En función del biotopo (días de sol, clima, composición del suelo, altitud…), una misma planta puede secretar esencias muy diferentes desde el punto de vista bioquímico. De estas variaciones de composición bioquímicas de los aceites esenciales surge la noción de quimiotipo.
Dos quimiotipos del mismo aceite esencial presentan no solamente propiedades terapéuticas diferentes sino también índices de toxicidad muy variables.
Ejemplo:
Thymus vulgaris CT thujanol
- Bien tolerado por la piel